Ayudando a las aves insectívoras (cajas nido)

caja nido para aves insectívoras
Caja nido de varios pisos

Desde pequeño he tenido la suerte de tener una pequeña parcela llena de árboles: robles, pinos y árboles frutales, en la cual de manera natural muchas aves insectívoras anidaban. Aun así, con ayuda de mi padre hemos intentado facilitar siempre estas labores de cría, especialmente a las aves insectívoras tan beneficiosas para nuestros campos.

Estas aves insectívoras se alimentan en muchas ocasiones de insectos considerados «plagas», que atacan tanto a los árboles frutales como a los pinos (las orugas procesionarias). Además de las procesionarias, en los últimos años ha aparecido otra «plaga», el chinche del pino piñonero, que es devorado con avidez por estas pequeñas aves. Por tanto hemos generado una simbiosis en la cual nosotros disfrutamos de la presencia y la actividad de estas aves, y las aves encuentran zonas seguras para anidar.

Colocación de cajas nido para aves insectívoras

Aves insectívoras
Trepador azul saliendo de la caja nido

Los principales propósitos de la construcción de estos habitáculos son 2. Por un lado evitar que los depredadores puedan acceder al nido y llevarse los huevos o los pollos. Por otro lado intentar acondicionarlas para que sólo puedan ser utilizadas por aves insectívoras (principalmente pequeños pajarillos), pues hay otras aves mucho más abundantes como los gorriones que también podrían utilizarlas.

Pese a que ni mi padre ni yo somos especialmente hábiles con la fotografía, recibo con gusto los correos en los cuales me pasa fotos de los diferentes inquilinos. Por temas laborales los últimos años siempre he estado a varios cientos de kilómetros de mi pueblo… No obstante estas fotos me alegran el día al ver que estas pequeñas aves siguen criando año tras año en la parcela.

Ubicación
caja y soporte
Caja nido + soporte para la cámara de fototrampeo.

En primer lugar es clave la ubicación. Debemos ponerla a suficiente altura para que no puedan acceder depredadores terrestres, y por supuesto en lugares querenciosos. Una buena opción es colocarlas en el tronco de un árbol, de modo que podamos observar las aves a distancia o incluso colocar una cámara de fototrampeo para poder fotografiarlas.

Es importante no molestar a estas pequeñas aves en sus tareas de incubación y alimentacion de sus polluelos. Por tanto las cámaras de fototrampeo, aunque no tengan la mejor calidad, siempre van a ser una buena opción.

Materiales
bloque
Caja nido fabricada con un bloque

En segundo lugar tenemos que tener en cuenta el material. Normalmente  utilizamos materiales «reciclados» como trozos de madera o plástico sobrantes de algunas pequeñas obras que hacemos en la parcela. También podemos coger trozos de bloques o cualquier otro material que pueda servirnos para crear un habitáculo en el cual las aves se encuentren seguras. Muchas veces no es necesario hacer una gran inversion sino que es suficiente utilizar los materiales que tengamos a mano.

caja nido
Calabaza nido, Manuel Martín

También podemos hacer viviendas individuales o compuestas por varios habitáculos  como en la primera foto. Otra opción interesante que podemos probar es vaciar una calabaza haciéndole un pequeño agujero. La idea es de mi amigo Manute y la verdad que queda una vivienda muy  elegante y apetecible ¿Qué os parece?

Acceso
Aves insectívoras
Herrerillo saliendo de la caja

Por último y quizá lo más importante, debemos construir una entrada del tamaño exacto para que sólo puedan acceder las aves que queremos. Aquí sólo podremos evitar que entren aves de mayor tamaño al que nos gustaría. Ahora bien, también puede darse el caso de que entren aves de menor tamaño. Generalmente todas las aves de pequeño tamaño son insectívoras, así que seguiríamos cumpliendo con el objetivo, que es facilitarle sus labores reproductivas.

En realidad es indiferente que esa caja la utilice un carbonero, un herrerillo un agateador o un trepador azul, lo importante es que les resulten útiles. En el peor de los casos nadie utilizará la caja pero al menos lo habremos intentado. Espero que si tenéis el tiempo y el espacio idóneo os animéis a intentarlo. El simple hecho de que un ave salvaje decida «aceptar» nuestra ayuda y le facilite sus labores de cría es algo que a cualquier amante de la naturaleza le llenará.