Despues de pescar en Andalucia en 2023, me quedé con ganas de volver. La Fernandina me trató de cine, pero pillé el Jándula en un momento complicado y apenas pude divertirme… Esta vez Jándula se comportó, y vaya que si se comportó. Aprovechando los buenos ratos que pasé y la cantidad de peces de calidad que salieron, he decidido escribir esta pequeña crónica, espero que os guste.
Comienza la aventura, pescar en Andalucia
Por motivos laborales, no pude apuntarme a la excursión hasta el último momento… pero por suerte pude hacerlo y disfrutar de 3 jornadas de pesca en muy buena compañía. Los señores: Rios, Rober, Kiko (desde entonces Mr Sawamura rosa), Juanlu y Savio fueron los compañeros con los que pude disfrutar muy mucho, tanto dentro como fuera del agua. El grupo era variopinto, algunos no nos conocíamos ni en persona, pero cuando te juntas con gente que vive la pesca como tú, lo normal es que todo fluya como así fue.
Pero vamos a la chicha, que es lo importante. La noche antes llegamos a «Los Pinos», situado a las puertas del Parque Natural y «bastante» cerca del embalse. Hay que tener en cuenta que para acceder al embalse hay un único camino, que atraviesa el Parque Natural de la Sierra de Andújar. Este camino es largo, con muchas curvas y atraviesa una zona con mucha fauna salvaje, así que hay que tomárselo con calma y prever un trayecto de casi una hora hasta poder «desembarcar». Así que tomamos un par de cervecitas , una buena cena planificando la estrategia del día siguiente y a la cama, que llegábamos cansados del viaje y había que madrugar.
1° plato: embalse del Jándula
Después de un buen desayuno, arrancamos para el embalse y montamos los patos. Aunque da pereza montar todo, una vez en el agua con los motores eléctricos es una maravilla. Siempre me ha gustado pescar en pato y aunque ahora tenga barco, sigo saliendo con pato y disfrutándolo. Como no tenia sonda, mi estrategia era clara: paralelos a la orilla con swimbait blando en las zonas que más feeling me dieran. Sin conocer el embalse y sin sonda, creía que sería la mejor opción y los resultados acompañaron. Por supuesto sin los consejos y la ayuda de mis compis nunca podría haberlo hecho. Solo tuve que pescar los puntos concretos que más me gustaron de las zonas recomendadas.
El embalse es un espectáculo, presentando una densidad de peces considerable y con un tamaño medio muy bueno también. Pescar 6 patos a la vez no es fácil así que decidimos distribuirnos por zonas distintas del embalse para no «pisarnos» demasiado. Rios tuvo problemas mecánicos desde el principio, así que le tocó quedarse cerca de la salida… Y menos mal que Kiko le prestó su segunda batería salvándole la jornada, todo un detallazo por su parte.
Al final del día prácticamente todos tuvimos resultados. Salieron 7 peces por encima de los 2 kg (el más grande +2,300), un buen puñado por encima de 1,5kg y unos cuantos keepers. Cada uno pescó a su manera, demostrando que siempre hay más de una estrategia válida. Swimbait blando, power-fishing, finesse, pesca en pantalla, pesca profunda… prácticamente todas las estrategias daban frutos si elegías bien la zona y el momento. El balance final del primer día no pudo ser mejor: aunque esperábamos sacar cantidad, nunca creímos que íbamos a sacar tantos peces grandes.
2° plato: embalse del Beznar
Apenas había oído hablar de este embalse y estos locos me dijeron un par de días antes que después del Jándula tocaba kilometrada, así que carretera y manta. La verdad que fue un palizón bueno, pero estábamos ya en diciembre, se hace de noche muy pronto así que nos daba tiempo y así podría conocer un nuevo embalse.
Las previsiones eran realmente duras con un viento infernal que probablemente nos obligaría a dejar de pescar a mediodía… y así fue. Salvo el loco del Juanlu que sería capaz de pescar en medio de un tornado. El resto decidimos salir del agua y dar por finalizada la jornada cuando la cosa se puso complicada. Un copioso almuerzo al pie del embalse, un café mientras Juanlu intentaba «salvar» una jornada insalvable y partimos hacia el tercer y último embalse de la excursión.
Aun con todo la mayoría pudimos librar el bolo con peces bonitos. Además Savio pudo hacerse con un precioso +2k que no pudo fotografiar por estar sólo en el momento de la captura y con un viento imponente. La verdad que el embalse es precioso, con muchos cortados, vegetación, estructuras… y estoy seguro de que volveremos algún día. La pesca es pesca y contra las condiciones meteorológicas no se puede luchar así que considero que bastante hicimos.
El Yeguas de postre, pescar en Andalucia
La última noche dormimos en Andújar para poder estar lo más cerca posible del Yeguas, otro de los míticos para pescar en Andalucia en los que nunca había estado. Las condiciones cambiaron radicalmente desde el día anterior pero… es lo que tiene pescar en diciembre. Pasamos de un viento huracanado a una helada muy seria y agua plato. Incluso empezamos a pescar con temperaturas negativas en un día en el cual el viento prácticamente no hizo acto de presencia.
Sol, frío, ausencia de aire… condiciones que no son malas en invierno si vinieran precedidas de varios días de estabilidad y sabes por donde andan los peces, pero no era el caso. El descenso de temperatura fue muy fuerte, el cambio muy radical y en estas fechas eso no suele ser nada bueno.
Lo que nos temíamos sucedió y la pesca nos dio muy pocas opciones… Bastantes picadas tímidas que no lográbamos materializar, bien porque los peces no eran de tamaño o bien porque no comían bien. C’est la peche, pese a eso Andalucía es Andalucía y pudimos sacar unos cuantos peces. Al final salieron varios peces bonitos, unos cuantos keepers y el +2k del día esta vez me tocó a mi, con mi querido swimbait blando.
Las sondas en tiempo real
Las nuevas sondas tipo «Forward-looking sonar» nos ofrecen un amplio abanico de posibilidades. Tanto a nivel de localización de los peces como a nivel de ver mucho más rápido que tipo de presentaciones prefieren. No obstante, la intuición o el «leer el agua» es y siempre será importante. Una vez más quedó demostrado que se pueden sacar peces sin el uso de las nuevas tecnologías, como se ha hecho toda la vida.
Como reflexión / opinión final, creo que coger lo bueno de la tecnología, sobre todo si te dedicas a la competición o profesionalmente a la pesca es fundamental. Te ayuda mucho a ahorrar tiempo, tanto entrenando como a la hora de localizar a los peces. Aun así, si te obcecas con ella y te pasas el día mirando a la pantalla sin intentar comprender los porqués, nunca aprenderás a pescar, por si te sirve para algo.
Muchas gracias a toda la panda de cafres con la que pude pescar en Andalucia. Fue muy enriquecedor, tanto del punto de vista personal como lo que pude aprender de cada uno en materia de pesca. Y además nos lo pasamos genial porque estamos todos como cabras. Estoy seguro de que nos veremos muy pronto en el agua, salud y buena pesca!