Hace unas semanas tuve la suerte de acompañar a Marcos de BO Fishing durante 2 jornadas de pesca. Decidimos ir al embalse de Ricobayo con la mente abierta en cuanto a las especies objetivo. Allí podemos encontrar tanto bass como lucio, barbos comunes muy agresivos y luciopercas.
Comienza la acción
Comenzamos la primera jornada con calma, sin madrugar en exceso ya que teníamos que hacer más de 100 km hasta llegar al embalse de Ricobayo. Habíamos decidido apurar el atardecer el primer día y el amanecer al segundo. Empezamos haciendo orilla pescando con jerks, cranks y en superficie y pronto vimos que los peces no se subían por las paredes… Despues de hacer un buen tramo de orilla sin apenas movimiento cambiamos la estrategia y empezamos a pescar más profundo y ahí comenzaron las picadas. Es una pasada volver a sentir la potencia de los barbos comunes al otro lado de la línea… ¡Para el que no lo haya vivido nunca es una experiencia altamente recomendable!
Gracias al buen hacer de Marcos y a su conocimiento del embalse pudimos ir tocando diferentes zonas y disfrutando de numerosas picadas a lo largo del día. La mayor parte de los peces fueron barbos comunes y luciopercas, aunque de vez en cuando salía también algún lucio. Es increíble ver cómo ha cambiado el embalse con la llegada de la lucioperca… Apenas vimos alburnos pero había bancos enormes de pequeñas luciopercas y los diferentes depredadores se estaban alimentando de ellas.
Intentando el bass
Como Marcos sabe que tengo debilidad por el bass, y Ricobayo fue uno de los embalses en los cuales pesqué mis primeros basses de calidad, invertimos también algún rato en buscarlos… Tuve mis oportunidades con un bass kilero por la mañana que no logré engañar y otro muy grande que se me soltó al atardecer, ya prácticamente en el barco. Tenía el freno flojo para evitar que los barbos me abrieran los triples y se desclavó en el último momento… Una pena porque habría sido un remate espectacular a esa primera jornada.
Hacía años que no teníamos juntos una buena jornada de pesca con decenas de picadas y un buen puñado de peces subidos al barco… Y lo disfruté como hacía tiempo que no disfrutaba. Aparte de ser uno de mis mejores amigos, Marcos ha evolucionado mucho como pescador y como guía. Aprendí detalles muy interesantes de cómo interpretar la sonda pescando en cortados… Lo cual es mucho más difícil de lo que pueda parecer. Además pescar a grandes profundidades no es sencillo, menos aún barbos comunes que muchas veces no les cabe el señuelo en la boca… Decidir el momento de la clavada es fundamental. Marcos me ayudaba con sus correcciones e incluso detectando fallos de los que yo no era consciente así que además del hecho de disfrutar un par de dias en excelente compañía, me llevé muy buenos aprendizajes.
Segunda jornada en el embalse de Ricobayo
El segundo día decidimos empezar desde el primer momento con el patrón de peces profundos que habíamos conseguido el día anterior. Despues de una excelente cena y dormir estupendamente en El Vedal en Muelas del Pan, teníamos las pilas cargadas para afrontar la segunda jornada en la que pescaríamos hasta media tarde.
Las picadas no tardaron en comenzar y en seguida empezaron a cantar los carretes con las carreras de los barbos… Cuando das con un banco de peces activos la diversión está asegurada, y eso que tampoco tuvimos un día de esos en los que están «locos». Seguimos tocando diferentes zonas y rascando alguna captura en casi todas ellas, obteniendo algunas muy meritorias. Las luciopercas y los barbos están realmente sanos y gordos, y ya empiezan a salir capturas de mucha calidad. Los lucios se mostraron menos activos (como ya me había adelantado Marcos), pero aun así sacamos varios peces de buen tamaño…
Fin de la fiesta en el embalse de Ricobayo
Llegó la hora de comer y apareció nuestro amigo Daniel. Nos pegamos una buena comilona y volvimos a la carga en una tarde en la que las condiciones se complicaron y los peces no lo pusieron nada fácil… A media tarde, despues de haber intentado hacer cosas diferentes y probado otras zonas, decidimos dar por finalizada la excursión. Fueron 2 días apasionantes en los cuales pudimos recordar viejos tiempos y pegarnos una buena pescata… Quizás como broche faltó algún lucio realmente bueno (aunque lo cierto es que tampoco lo intentamos ni ese era el objetivo), o haber subido al barco ese buen bass del primer día, pero así hay un motivo más para volver pronto.
Si te apetece pescar por la zona de Castilla y León, ya sea en el embalse de Ricobayo u otros embalses y quieres contratar los servicios de un guía, no dudes en llamar a Marcos de BO Fishing. Con él no sólo disfrutarás, también podrás aprender mucho… Para mi fue un verdadero placer compartir estos días de pesca a su lado, en los que además pudimos recordar nuestros inicios con los depredadores en el embalse de Almendra…